La radiación procedente del sol es el resultado de una serie de procesos complejos. Desde su emisión hasta llegar a los ojos sufre procesos de absorción, difusión y reflexión que la modifican. Cada uno de estos cambios depende de magnitudes variables. Por ejemplo, un campo de hierba refleja un 3% de la radiación que le llega, la playa, un 30%, y la nieve, un 80%.
Los efectos de la radiación solar nos afectan a todos, aunque de manera especial a los niños, las personas que trabajan al aire libre y los pacientes operados de cataratas. Las gafas de sol son la mejor manera de proteger nuestros ojos frente a la radiación. Su uso es especialmente recomendable:
- Durante las horas centrales del día.
- En las zonas altas, ya que la altitud multiplica la intensidad de la radiación (el 10% de UV cada 1.000 metros de altura).
- Durante el verano, de 12 de la mañana a 5 de la tarde.
- Cuando existe nubosidad, ya que parte de la radiación UV traspasa la barrera de nubes.
- Cuanto más cerca se resida del ecuador y a una mayor altura respecto al nivel del mar.
Cómo seleccionar nuestras gafas de sol
- Cada persona tiene una sensibilidad distinta a la luz, por lo que el tipo de lente debe ser personalizado y su elección debe basarse en el asesoramiento profesional de un óptico-optometrista. La clave para escoger las gafas de sol reside en la categoría del filtro solar, ya que una lente oscura no garantiza un mayor grado de protección frente a la radiación UV.
El óptico-optometrista también nos indicará el color de las lentes en función de las necesidades de cada usuario:
- El verde permite una percepción de colores con muy pocas alteraciones. Reduce la luz visible sin interferir en la claridad de la visión. Es recomendable para deportes náuticos e hipermetropía.
- El marrón filtra las radiaciones azules y aumenta el contraste y la profundidad de campo. Este color es el indicado para los deportes al aire libre y las personas miopes.
- El gris transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales, por lo que es una buena elección para la conducción.
- El amarillo no es recomendable para conducir en días soleados, ya que puede provocar errores en la percepción de las luces de los semáforos. Sin embargo, mejora el contrate en días nubosos, brumosos y con niebla.
- El naranja es el color más adecuado en condiciones de baja luminosidad, como la conducción nocturna o con niebla, ya que aumenta los niveles de contraste, pero no es apto para el uso solar.
Gafas de sol y conducción
- Las gafas de sol más recomendables para la conducción son las que tienen un filtro solar de categoría inferior a 4.
- El color preferible para los cristales es el gris, ya que transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales.
- El cristal polarizado evita los reflejos más molestos del sol.
- Cuando se circula con motocicletas y ciclomotores, los conductores deben llevar gafas de sol que sean lo suficientemente envolventes para impedir que las partículas de polvo u otros cuerpos extraños penetren en los ojos, con el riesgo que eso conlleva.
- No se deben utilizar gafas de sol para conducir por la noche, salvo las de categoría 0.
Juan Javier Hernandez Monje | Optico-optometrista | Opticas Conde Lumiares